sábado, 3 de noviembre de 2007

ECUADOR: Jorge Dávila Vásquez (1947)



Jorge Dávila Vázquez (Cuenca, 1947). Ha explorado en su escritura los diversos géneros, pero es fundamentalmente narrador. Por dos ocasiones obtuvo el Premio Nacional de Literatura "Aurelio Espinosa Pólit"; con la novela María Joaquina en la vida y en la muerte (1976) y con el libro de cuentos Este mundo es el camino (1980). Recibió el Premio Nacional de Teatro de la CCE., por su pieza Espejo Roto(1990). Algunas de sus obras más importantes son: El dominio escondido (1992), Cuentos breves y fantásticos (1994), Acerca de los Ángeles (1995), César Dávila Andrade, combate poético y sucidio (ensayo, 1998) Memoria de la poesía y otros textos (lírica, 1999), las novelas breves La vida secreta (1999), Pipiripao (2000), y los cuentarios Libro de los sueños (2001), Premio "Gallegos Lara" del Municipio de Quito, Arte de la brevedad (2001), Historias para volar (2001) y Entrañables (2001). Sus cuentos constan en más de una docena de antologías, varias de ellas bilingües en español francés, alemán e inglés. Redactor corresponsal en Cuenca de las revistas Diners y Cultura del Banco Central del Ecuador.

CENTAUROS

A Carlos Rojas, Daniel Rogers y Anthony Lobdell.


1
-Madre, tú nunca me has dicho que era diferente. Sentía tu amor día y noche, cubriéndome, con esa ternura tuya, digna de los inmortales, pero por qué nunca me dijiste que más allá de estos bosque en que crecí, de estas aguas transparentes, que tú repetías se parecían a las de la fuente Castalia; a lo lejos, en esos valles que apenas se divisan desde el pico más alto, habitan unos seres distintos a nosotros, con un cuerpo extraño, en el que apenas hay dos patas, y una constitución vertical que a nosotros nos está negada. ¿Por qué, dulce madre, que cantabas de un modo tan hondo, tan triste, que conmovías a las fieras y las duras rocas, no me dijiste que esos que un buen día descubrí y me parecieron seres abominables, deformes, incompletos, nos consideran monstruos?

2

Miró a la ninfa que se bañaba en el pequeño lago, y experimentó un deseo terrible, extraño, como jamás había sentido por las hembras de su especie.
Largos días estuvo agazapado entre las ramas, esperando que ella viniese a tomar su baño en la laguna, pero la maravillosa mujer, como hecha de una sustancia tan blanca como el mármol de Paros, no volvió.
Entonces le atacó una tristeza tan profunda, que nada ni nadie lograba curar. Ni las fiestas de los jóvenes centauros a la luz de la luna, ni la ebriedad que él y sus compañeros empezaban a experimentar, ni las largas y desenfrenadas carreras en que participaban machos y hembras, en igualitaria y veloz rivalidad, ni los escarceos sexuales en que terminaban estas competencias. El cuerpo diferente de la ninfa estaba clavado en sus pupilas a todas horas, en el día y en la noche.
Pero el resto de la manada era indiferente a su ansiedad. Por eso, nadie entendió la locura súbita por la que fue atacado el día que volvió a verla, y la pasión desesperada, torpe, con que quiso poseerla, inútilmente, en medio del sarcasmo de los otros centauros y del enfado de todas las ninfas de los contornos, armadas por la diosa Artemisa con feroces lanzas, arcos y puntiagudas flechas.


1. ¿Cuáles son los tres títulos de la literatura universal a los que se acerca constantemente a releerlos?

El Quijote, El teatro de Shakespeare, En busca del tiempo perdido... Y mucha poesía de todas partes, siempre.

2. ¿Qué haría por obtener un ejemplar de la primera edición de algún libro famoso de la literatura y Cuál sería ese título?

No me gustan las primeras ediciones antiguas más que para verlas en las vitrinas de los museos, por lo que no me esforzaría por ningún libro en particular. Me gustan las ediciones limpias, claras, bien editadas.

3. ¿En qué libro ha encontrado su definición de "Vida"?

En el Nuevo Testamento, concretamente en los Evangelios, y en especial en el de San Juan. Para un cristiano, el sentido profundo de la vida está allí, no precisamente en los textos literarios, creo.

4. ¿Qué historia de amor de la literatura le hubiera gustado vivir?

La de Fabrizio del Dongo y Gina Pietranera, personajes de La Cartuja
de Parma, por la intensa poesía que tiene ese amor, esa pasión imposible por lo físico, por las circunstancias que la rodean, por la alta dosis de invención literaria que la llena. Uno de los grandes momentos de la novela -la mejor de la literatura francesa hasta antes de la Primera Guerra Mundial, en opinión de Gide- es la comunicación a través del alfabeto de señales luminosas que inventan los amantes-parientes.

5. ¿Qué obra de la literatura le gustaría ver en el cine?

Los poemas homéricos, en una versión que no sea de Hollywood. NO habría mejor manera de explicarles la vieja y maravillosa poesía de Grecia a los estudiantes, a los jóvenes, a los niños. Creo que solo un director con un talento como el de Cacoyanis, que nos dio películas tan extraordinarias y estremecedoras como
Electra e Ifigenia, verdaderas obras maestra de interpretación cinematográfica de los clásicos, podría llevar a buen fin un empeño como este.

6. ¿Con qué autor de la literatura le hubiera gustado conversar y compartir en una velada bohemia?

Con Paul Claudel, antes de que estuviera sordo.

7. ¿A qué autor de la literatura universal considera injustamente olvidado?

A Louis Pergaux, creador de un libro inolvidable:
La guerra de los botones.

8. ¿A qué autor de la literatura universal considera sobre valorado por la crítica y el tiempo?
No tanto por el tiempo ni la crítica, pero por los media, a Milan Kundera.

9. ¿Qué personaje de la literatura le hubiera gustado que exista, efectivamente?

Monseñor Bienvenu de
Los miserables de Hugo, con su inmensa dosis de caridad efectiva, suficiente como para rescatar el alma conflictiva y a ratos oscura de Jean Valjean.


10. ¿En qué personaje de la literatura se ha visto reflejado en virtudes y defectos?

En Yanek, el poeta de
Los justos de Albert Camus, papel que interpreté en mi cada vez más lejana juventud. Su pasión por la vida, su compasión, su heroísmo final y su vocación de sacrificio me han conmovido intensamente desde que lo conocí.

11. ¿Cuáles son las cinco palabras que utiliza con obsesión en su literatura?

Vida, amor, ternura, mañana, pasado...

12. ¿Con qué está comprometida su literatura?

Con la causa del hombre, en donde esté, y sea quien sea; me siento profundamente solidario con los seres humanos de cada día, con aquellos que no tienen acceso a la palabra escrita, a quienes he dado voz repetidamente.

13. ¿Cómo sería su vida sin la literatura?
Como el desierto del Sahara, enorme yermo implacablemente calcinado por el sol y abatido por el viento de la desolación.

3 comentarios:

Patricia Padova dijo...

Que emocion volver a encontrar casualmente, despues de 27 anos, las palabras y la personalidad/humanidad de mi profesor preferido del periodo de mi "purgatorio cuencano" (como él mismo definio mi ano en el colegio Rosa de Jesus Cordero en una dedicatoria de su libro "Maria Joaquina en la vida y la muerte")
Gracia Jorge, por entonces y por hoy.
Patricia Padova

MITBA dijo...

Mientras caminaba este bosque indefinido de zarzas y enredaderas florecidas que es la web.Hallo un montecito de claros árboles y en medio un riacho tranquilo,me quedo y leo con ebriedad de mujer que desfallece ante el vocablo,los escritos y declaraciones de esta gente que escribe.Y me viene una frescura que te agradezco,sobretodo hoy que las noticias con su lluvia ácida, han quemado mi nave de papiros.
Mi saludo cordial desde Argentina y gracias por esta lectura.
Mitb@

estefania dijo...

Estimada Pachi soy Pricila Tamayo, si entras nuevamente a este blog, comunicate conmigo a mi mail mapritaca@hotmail.com